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Visualiza un volante de inercia de 2000 kg, una rueda de metal sobre raíles horizontales. Tu misión: hacerla girar rápidamente y mantener ese movimiento constante.
Empujar la rueda al principio requiere un esfuerzo titánico. Sin embargo, con persistencia y disciplina, la rueda gana velocidad y el impulso se convierte en tu aliado. Así es el viaje de cualquier empresario: un inicio arduo, pero con constancia, el éxito es probable.
Pero esos railes no siempre son horizontales. Con el tiempo, surgen obstáculos que pueden frenar o incluso revertir el movimiento. Aquí es donde la verdadera habilidad empresarial entra en juego: superar estos desafíos y mantener el impulso.
¿Dónde se encuentra tu negocio ahora?
¿Qué tan rápido gira tu rueda y en qué dirección?
Muchos empresarios sienten que su ‘rueda’ (negocio) se frena o se detendría si dejan de empujarla personalmente por unos días.
No tiene por qué ser así.
Las empresas que realmente prosperan no dependen del empuje constante del empresario. Tu función como empresario no es empujar la rueda con tus propias manos, sino dirigir la estrategia y al personal que hará girar esa rueda mucho más rápido de lo que podrías hacerlo tú solo.
¿Quieres transformar tu negocio?
Juntos podremos detectar y eliminar esos obstáculos, crearemos una estrategia para mantener la rueda girando sin depender exclusivamente de ti.
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